[Para Guillermo y Franco, compañeros desde la sala de tres]
14 de Julio de 2011.-
LA PRENSA.
Los diarios dicen que en la primera fecha de la Copa América, Brasil, sin poder brillar, apenas consiguió un empate con Venezuela. La alegría –indican- es de los Venezolanos que, 44 años después del debut en la Copa América, consiguen su primer punto ante Brasil tras haber padecido antes cuatro derrotas “por goleada”.
El martes pasé por la esquina del departamento: nos veo subir con entusiasmo las escaleras. Veo las rejas "a cuadrito", las Topper, el metal de los broches del portafolio, la puerta en verde inglés, las cañas de los muebles y las tazas de Nesquik. Veo la “escúter” de la-mabel, y sus bolsones de ropa, y los torsos desnudos de las mujeres que se dicen que les queda bien.
[Elisa es más grande -pero apenas- y también juega]
Nos veo disponer los almohadones para construir “cuchas” y caminar en cuatro patas hasta no dar más. Alguna vez –recuerdo- me quedé a dormir y entendí que jamás iba a poder tener todos los libros que tienen los hijos de las maestras de primer grado.
NO QUEREMOS DESEAR MÁS BUENOS VIAJES EN JULIO. *
La noche anterior nos cruzamos en la terminal. Yo no cortaba, pero después nos dimos un abrazo y dijimos las cosas que se dicen cuando a uno lo habita la ilusión. Todavía no sabíamos que el 03 de Julio de 2011 sería también una fecha histórica para todos los que no hinchamos ni para uno ni para el otro.
Ese domingo te escribí: “Nos dimos un abrazo a tiempo, querido Guillermo. Te acompaño en el dolor y, si es que puede hacerse cosa semejante, quisiera que estas líneas también te abracen”.
Para serte sincera, escribí a medias. No supe como decir que para abrazarte como quiero tengo que invitarte un mediodía y cocinar algo.
* Julio del 2010 también se llevó a Silvia y nos dejó la cocina grande y el mate lavado.